XXXXIII
Si algún día recuerdas,
mi mirada perdida, allí sobre tus iris,
búscala en el horizonte de tus pupilas dormidas.
Si algún día recuerdas,
mis manos cuando te acariciaban,
deja que la arena de la ola
en la orilla del mar acaricie las tuyas.
Si algún día recuerdas,
mi voz en tus oídos susurrando: un te quiero,
abrázate a tu almohada, en el silencio de una noche de luna.
Si alguna vez recuerdas,
mis pasos para alcanzarte y abrazarte,
camina sobre las huellas que dejan las gaviotas en las playas.
Y si al pasar del tiempo,
aún te falta un hombro para apoyarte, en el camino de la vida,
un corazón cálido para acogerte en su centro,
Si algún día recuerdas,
mi mirada perdida, allí sobre tus iris,
búscala en el horizonte de tus pupilas dormidas.
Si algún día recuerdas,
mis manos cuando te acariciaban,
deja que la arena de la ola
en la orilla del mar acaricie las tuyas.
Si algún día recuerdas,
mi voz en tus oídos susurrando: un te quiero,
abrázate a tu almohada, en el silencio de una noche de luna.
Si alguna vez recuerdas,
mis pasos para alcanzarte y abrazarte,
camina sobre las huellas que dejan las gaviotas en las playas.
Y si al pasar del tiempo,
aún te falta un hombro para apoyarte, en el camino de la vida,
un corazón cálido para acogerte en su centro,
o la ternura maternal que acaricie tus cabellos cuando duermes,
busca en este lugar y encuentra,
porque mis hombros, mi corazón y mi ternura,
están aquí por siempre en la escritura de estos versos..
busca en este lugar y encuentra,
porque mis hombros, mi corazón y mi ternura,
están aquí por siempre en la escritura de estos versos..