jueves, 28 de octubre de 2010

COMENTARIO POR HERMINIA IBACETA

POEMARIO ‘ENTRE AMOR Y NOTAS” DE VIVIAN ALEGRET


POR HERMINIA D. IBACETA

Entre Amor y Notas, poemario que tengo el honor de comentar, es el más reciente envío de la poetisa cubana. Vivianne Alegret, a la que conocemos por la calidad de sus trabajos poéticos anteriores: “Cartas de Amor”, “Ocho sonetos de Vivianne Alegret “, “Coloquio musical” y “Desde mi interminable vuelo”. En Entre Amor y Notas, nos presenta la autora una verdadera eclosión de sentimientos; versos que, según su decir: “ Están escritos directamente desde el alma con la pluma más certera de todas”.

En éste, como en sus poemarios anteriores, es el amor el tema central; sin embargo, no puede apuntarse entre ellos una marcada diferencia, ya que la inspiración, que mueve los versos de “Entre Amor y Notas”, no surge al abrigo de la imaginación movida por los sueños del poeta, sino de la experiencia de un amor realmente vivido, de un momento cercano en el tiempo y en la distancia. Una pasión intensa, un amor delirante, no correspondido por igual en la medida de la entrega. Un amor que ha dejado en nuestra poetisa una indeleble huella, un recuerdo que lacera, pero cuyo impacto no ha logrado sembrar rencores ni matar la esperanza.

En los bellos fragmentos escritos en prosa, que comparten honores con sus versos, la autora analiza el sentimiento amoroso; para ella, el más puro y perfecto de todos. Expresa sus ideas sobre la poesía y aconseja el uso de la palabra, para lograr la comunicación. a la que considera: “base primordial de la armonía perfecta”. Dedica al amado el poemario, recórdándole que sus versos están escritos, dice: “Sólo con la tinta de un corazón que sangra, pero que espera encontrarle, nuevamente, más allá de la luz”.

Es importante destacar que la relación a la que aluden estos versos está, en todo momento, envuelta en melodías que se integran al recuerdo, y que la autora lleva al verso usando vocablos de connotación musical. Su poesía, ya sea libre o clásica en la forma, es siempre honda y madura, reflejando, fielmente, su estado de ánimo. Veamos los cuartetos del soneto VI, que dicen: “Yo quise desafiar en mi quimera/ al otoño indeleble, gris, cercano,/ buscando en el sonido de tu piano/ un reto fiero a mi infinita espera./. Más, sin embargo, no alcancé siquiera/ un arpegio que en tu sed de hombre,/brotara de tu musa con mi nombre/ como un regalo de tu primavera./ Este soneto de indiscutible calidad llega al lector transmitiéndole, certeramente, su mensaje.

Pudiera resultar monótono un libro dedicado a un tema único, no así en “Entre Amor y Notas”, en el que Allegret, usando diversidad de formas poéticas, obvia esta dificultad. El uso de fragmentos en prosa, poesía libre y formas clásicas, entre las que encontramos: décimas de verso octosílabo y endecasílabo, y sonetos endecasílabos y de verso alejandrino, concede al poemario un adecuado balance.

Aunque sencillo, como nos dice la propia Vivianne, su lenguaje posee imágenes novedosas: “Más triste que arrugado papel, “Llévame de tu mano al son de un paso largo, sobre los feos y gordos zapatos lunares”, “No te busques en los espejos del tiempo”. Se registran, también, algunos juegos de palabras tales como: “La ausencia de tu presencia desespera”, “Con la presencia de tu ausencia en giro”.

Después de este breve bosquejo, dejo al lector con la grata lectura de estos versos, que la autora ha soltado, como ella misma afirma: “ desde su ventanal a la brisa en esta primavera.





Herminia D. Ibaceta